Ahorrar gasolina es una preocupación creciente tanto por el costo del combustible como por el impacto ambiental del uso excesivo de los vehículos. Aunque muchos conductores creen que manejar a velocidades bajas siempre ayuda a reducir el consumo, la realidad es más compleja. Los expertos en eficiencia automotriz han determinado que existe un rango de velocidad óptimo en el que el motor trabaja con mayor eficacia, permitiendo un menor gasto de combustible por kilómetro recorrido.
Según estudios realizados por entidades como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y diversas automotrices, la velocidad ideal para maximizar el rendimiento del combustible se encuentra entre los 70 y 90 kilómetros por hora. En este rango, la mayoría de los motores de combustión interna operan en un punto de equilibrio entre revoluciones por minuto (RPM) y resistencia aerodinámica. Es decir, el motor no se esfuerza más de lo necesario, y el coche aún no enfrenta una resistencia del aire tan intensa como a velocidades más altas.


Conducir por debajo de los 60 km/h, aunque parece prudente, puede provocar que el motor no funcione en su nivel más eficiente. Esto se debe a que muchos motores modernos están diseñados para ser más eficaces a ciertas RPM, que suelen alcanzarse justo por encima de esa velocidad. Además, circular a muy baja velocidad puede hacer que el viaje dure más tiempo, lo que, paradójicamente, puede aumentar el consumo total de combustible.
Por el contrario, cuando se superan los 100 km/h, el consumo de gasolina se incrementa significativamente debido a la resistencia del aire. De hecho, cada 10 km/h adicionales por encima de los 100 pueden aumentar el consumo hasta en un 10%. Esto se debe a que la energía que necesita el motor para mantener velocidades altas crece exponencialmente, lo que también incrementa el desgaste del vehículo y la emisión de gases contaminantes.
Se debe buscar el equilibrio entre ahorro y eficiencia del motor.


En conclusión, mantener una velocidad constante entre 70 y 90 km/h no solo ayuda a ahorrar gasolina, sino que también contribuye a una conducción más segura y sostenible. Siempre que las condiciones del tráfico y las normas lo permitan, mantenerse dentro de este rango puede significar un importante ahorro económico a largo plazo. Además, combinar esta práctica con otras estrategias como evitar frenadas bruscas, mantener una presión adecuada en los neumáticos y realizar mantenimientos periódicos del vehículo, potenciará aún más la eficiencia del consumo.
3 Comentarios
Juan Salamanca
Excelente servicio, muy recomendados.
Jorge Iván gonzalez
Excelente atención muchas gracias por las llantas las recibí en Arauca bendiciones parteros en dos meses le compro Llamtas para un vibro bendiciones
DELVER GÓMEZ
Muy buena calidad en sus llantas y rines, excelente servicio, recomendado 100 por ciento.